Conjunto de cuatro piezas circulares realizadas en terracota que presentan una escena decorativa en una de sus caras, mientras que la otra está lisa. Se trata de parte de un conjunto mayor que se expone en el Museo de Albacete, que presentan decoraciones vegetales, geométricas, e incluso zoomorfas, como la de un perro que corre entre la vegetación, y que suele asociarse al culto de la diosa Diana.

A estas piezas los investigadores han venido a llamarlas “sellos de panadero”. Aunque hoy en día hay cierta discusión sobre su funcionalidad, la mayoría de los expertos creen que se trata de 𝘴𝘪𝘨𝘯𝘢 𝘱𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘴, una especie de sellos utilizados por los panaderos para marcar panes o pasteles.

Quizá se trata de una marca comercial, como podría ocurrir en la actualidad, para indicar la propiedad, al imprimir sobre la masa del pan antes de su cocción el nombre del propietario de la panadería o del panadero, o bien una marca con valor religioso o incluso votivo, una señal que se hacía en el pan, el producto de primera necesidad por antonomasia, para otorgarle un valor sagrado y ritual.

En este conjunto vemos tres sellos con decoración en positivo, dos de ellos con decoración vegetal, un tercero con la citada escena zoomorfa, con un perro corriendo entre la vegetación y un cuarto en negativo, con decoración vegetal.

Estas piezas están expuestas en nuestra exposición permanente “Una historia de dos ciudades”, en la planta -1.